Una pequeña y breve digresión
Este hermoso y pequeño girasol de jardín luce rozagante, después de haber sobrevivido al temporal que azotó a la Capital Federal y gran parte del Gran Buenos Aires, hace cuatro días. Es uno de los pequeños grandes misterios de la naturaleza. Una de mis hijas, Patri, que fue quien plantó la semilla, verá esta foto desde la distancia y, seguramente, se va a sentir orgullosa de sí misma y de su pequeña pero fuerte plantita, que demostró su resistencia a las severas inclemencias del tiempo. Felicitaciones para ambas. Son ejemplos del deseo de vivir.
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